HORIZONTES INDÓMITOS EN ECUADOR

 

Exploramos paisajes majestuosos como la Laguna San Pablo, el Lago Cuicocha, el Volcán Cotopaxi, y la Amazonía

 

UNA TRAVESÍA POR LOS VOLCANES, SELVAS Y LAGOS SAGRADOS DEL CORAZÓN ANDINO

 
Ecuador nos abrió sus puertas con la fuerza de un país que guarda secretos en cada rincón. Esta expedición fue mucho más que un itinerario o una suma de paisajes: fue un viaje hacia dentro, un reencuentro con la naturaleza salvaje y con la fuerza serena que habita en cada mujer cuando camina en comunidad.

Durante varios días nos adentramos en un territorio cambiante, ancestral y profundamente vivo. Desde el primer amanecer frente a la Laguna San Pablo, el corazón se ensanchó. Cruzamos la niebla para bordear el Lago Cuicocha, donde la leyenda dice que nació una diosa. Subimos las laderas del Volcán Rumiñahui, con el viento en la cara y los pies temblando, y fuimos testigo del silencio impresionante del Volcán Cotopaxi, uno de los más altos del planeta. Y cuando pensábamos que ya lo habíamos visto todo, nos dejamos envolver por los sonidos, los aromas y la humedad vital de la Amazonía ecuatoriana.

 
El viaje fue cuidadosamente diseñado para que cada jornada tuviera un equilibrio entre movimiento y pausa, entre lo físico y lo simbólico. Empezábamos el día con caminatas, ascensos o senderos a pie, y lo cerrábamos con conversaciones compartidas, baños de bosque, o una comida tradicional preparada con amor. Los alojamientos, seleccionados con mimo, nos ofrecieron el descanso necesario y el espacio para tejer vínculos profundos.
 
Uno de los momentos más emocionantes fue la visita al cráter del Quilotoa, una maravilla geológica de aguas turquesas que se convierte en espejo del cielo. También lo fue la ruta hacia el Pailón del Diablo, donde el agua cae con tal fuerza que despierta algo ancestral en el pecho. En la selva, acompañadas por guías locales, exploramos senderos ocultos y aprendimos sobre plantas medicinales, rituales de la comunidad y los secretos que solo la tierra húmeda sabe contar.
 

 

Pero lo verdaderamente inolvidable fue la manada: ese grupo de mujeres que, sin conocerse de antes, decidió lanzarse a la aventura con el corazón abierto. Reímos, lloramos, celebramos pequeñas conquistas y compartimos silencios que lo decían todo. Algunas llegaron con miedo, otras con dudas… pero todas se fueron con una certeza nueva en el cuerpo: la de saberse capaces, acompañadas y profundamente vivas.

Esta expedición fue un canto al coraje femenino, al poder de la naturaleza como maestra y a la transformación que ocurre cuando nos permitimos ir más allá de lo conocido. No fue turismo. Fue inmersión, fue presencia, fue piel, tierra y fuego.

 

🌍 ¿Y si tú también lo sientes?

Si estás leyendo estas líneas y algo dentro de ti se mueve, es porque quizá este viaje TAMBIÉN sea para ti. ¡Ecuador nos espera con sus volcanes, lagos sagrados, rutas entre montañas y la selva amazónica latiendo al fondo como un tambor.

Nuestra próxima expedición está pensada para mujeres como tú: valientes, sensibles, con ganas de salirse del mapa y reconectar con su instinto. No necesitas experiencia previa, ni un físico perfecto, ni saberlo todo. Solo hace falta una cosa: ganas de vivirlo con el alma abierta y en buena compañía.
Te llevarás el sudor de las subidas, las carcajadas compartidas, los amaneceres inolvidables… y una nueva versión de ti misma.

 

 

🌿 ¿Te vienes con nosotras?
Nosotras ya estamos preparando las mochilas. Tú solo tienes que dar el primer paso.

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